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domingo, 19 de octubre de 2008
martes, 30 de septiembre de 2008
DÍAS TRANSMODERNOS Y CRISIS GLOBALES
por José Jesús Villa Pelayo
He querido definir la Transmodernidad describiendo, someramente, sus rasgos distintivos. Pero la realidad y los actuales eventos mundiales (una suerte de implosión de la ira de la historia) la definen con precisión.
La Crisis Financiera Mundial forma parte del conjunto de crisis globales que azotan la humanidad, la cual asiste, impávida, a las transformaciones más serias y definitivas después de la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría. La incertidumbre (uno de los rasgos distintivos de esta era que hemos denominado Transmodernidad) y el caos gobiernan "el reino de este mundo" en su transito inevitable hacia el posthumanismo.
Una definición de Transmodernidad deberá incluir la palabra Crisis. Heredera del evento cataclísmico que fue el 11 de Septiembre y el derribamiento de las Torres Gemelas.
Abandonamos, poco a poco, la Postmodernidad y la tierra en la cual habitamos se asemeja, cada vez más, a un caldo primigenio en el cual las "burbujas de estabilidad" han dejado de existir, porque, al parecer, no hay lugar en el cual esconderse.
¿Cuales son estas crisis transmodernas que azotan la humanidad? (1) La Crisis Financiera Mundial; (2) La Crisis Energética Mundial; (3) La Crisis Climática Global; (4) La Crisis Mundial de los Alimentos; (5) La Crisis Mundial de las Ideologías; (6) La Crisis del Poder Mundial.
El mundo está de cabeza ante lo que pareciera un enorme agujero negro que apenas conocemos o entendemos y que intenta engullirlo todo.
La Crisis Financiera Mundial ha puesto en evidencia la crisis y el resquebrajamiento del Titanismo Internacional, de las doctrinas neoliberales, la estructura ideológica, espiritual y cultural de la Globalización y del Capitalismo Financiero.
Estas transformaciones/deformaciones auguran cambios mayores. La tierra está agitada por vientos huracanados. La Postmodernidad cede paso a la Transmodernidad.
He querido definir la Transmodernidad describiendo, someramente, sus rasgos distintivos. Pero la realidad y los actuales eventos mundiales (una suerte de implosión de la ira de la historia) la definen con precisión.
La Crisis Financiera Mundial forma parte del conjunto de crisis globales que azotan la humanidad, la cual asiste, impávida, a las transformaciones más serias y definitivas después de la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría. La incertidumbre (uno de los rasgos distintivos de esta era que hemos denominado Transmodernidad) y el caos gobiernan "el reino de este mundo" en su transito inevitable hacia el posthumanismo.
Una definición de Transmodernidad deberá incluir la palabra Crisis. Heredera del evento cataclísmico que fue el 11 de Septiembre y el derribamiento de las Torres Gemelas.
Abandonamos, poco a poco, la Postmodernidad y la tierra en la cual habitamos se asemeja, cada vez más, a un caldo primigenio en el cual las "burbujas de estabilidad" han dejado de existir, porque, al parecer, no hay lugar en el cual esconderse.
¿Cuales son estas crisis transmodernas que azotan la humanidad? (1) La Crisis Financiera Mundial; (2) La Crisis Energética Mundial; (3) La Crisis Climática Global; (4) La Crisis Mundial de los Alimentos; (5) La Crisis Mundial de las Ideologías; (6) La Crisis del Poder Mundial.
El mundo está de cabeza ante lo que pareciera un enorme agujero negro que apenas conocemos o entendemos y que intenta engullirlo todo.
La Crisis Financiera Mundial ha puesto en evidencia la crisis y el resquebrajamiento del Titanismo Internacional, de las doctrinas neoliberales, la estructura ideológica, espiritual y cultural de la Globalización y del Capitalismo Financiero.
Estas transformaciones/deformaciones auguran cambios mayores. La tierra está agitada por vientos huracanados. La Postmodernidad cede paso a la Transmodernidad.
sábado, 1 de marzo de 2008
TRANSMODERNIDAD
por José Jesús Villa Pelayo
El superhombre es el mito de la Transmodernidad.
La Transmodernidad es una época de incertidumbre. Ha nacido de la crisis histórica y descomposición de la estructura cultural, política, económica, moral y espiritual de la postmodernidad, a la cual trasciende. Se trata de un tiempo de anomalías, gobernado por el caos, el cinismo, el posthumanismo, el hominismo, el egoísmo, la biotecnología, la guerra global, el neogótico, el neognosticismo, el titanismo prometéico, la amoralidad anticrística, las grandes simulaciones y paradojas, la cultura del monstruo, los antihéroes, el transgénico, las revoluciones de terciopelo, el fin de la globalización, el retorno del Estado Nacional, el estallido de la burbuja financiera; por el cambio climático y el calentamiento global, el fin del petróleo, la escaces de alimentos; por el auge y caída del unilateralismo; por el choque y encuentro de civilizaciones.
El superhombre es el mito de la Transmodernidad.
La Transmodernidad es engendro del 11 de septiembre, sobre cuyas cenizas se yergue. En ella se cruzan la modernidad y la postmodernidad, porque es también la época del Nuevo Renacimiento. Ha sido procreada por anomalías en el seno histórico de la postmodernidad que es, en definitiva, el esqueleto y estructura sobre la cual se levanta el edificio transmoderno.
La Transmodernidad es también un tiempo de pastiches y neomitologías. El nuevo paradigma de lo humano y una invitación al transhumanismo.
viernes, 8 de febrero de 2008
El Nuevo Orden Mundial post 11 de Septiembre
por José Jesús Villa Pelayo
El 11 de septiembre el mundo cambió para siempre, la humanidad entró en una profunda y severa crisis cuyas consecuencias y rasgos distintivos apenas comenzamos a entender, a visualizar. Un evento cataclísmico conmovió, de manera definitiva, los cimientos del orden mundial que había nacido con la caída del muro de Berlín. El siglo más sanguinario y cruel (el siglo XX) fue el proemio de estos horrores futuros, de los Tiempos Transmodernos que, repentinamente, advinieron sobre la Tierra el 11 de septiembre.
El 11 de septiembre el mundo cambió para siempre, la humanidad entró en una profunda y severa crisis cuyas consecuencias y rasgos distintivos apenas comenzamos a entender, a visualizar. Un evento cataclísmico conmovió, de manera definitiva, los cimientos del orden mundial que había nacido con la caída del muro de Berlín. El siglo más sanguinario y cruel (el siglo XX) fue el proemio de estos horrores futuros, de los Tiempos Transmodernos que, repentinamente, advinieron sobre la Tierra el 11 de septiembre.
Ese fatídico día no fue más que el preámbulo, la metáfora y el símbolo del futuro, ese día, la humanidad observó cómo las torres gemelas del World Trade Center se desplomaron sobre sí mismas y sobre Nueva York como nada se había desplomado antes sobre la Tierra, era el anuncio de los días por venir. La prefiguración de las metástasis, degeneraciones y horrores del siglo XXI, pero también una especie o suerte de epítome de los horrores del siglo XX cuyo máximo y perfecto engendro es el 11 de septiembre.
El 11 de septiembre, para decirlo con palabras de Dante en la Comedia, abrió las puertas del infierno. Recordad la inscripción en el dintel de la puerta: “Por mí se va hasta la ciudad doliente,/ por mí se va al eterno sufrimiento,/ por mí se va a la gente condenada…”, el texto no es más que la prefiguración y anuncia utópico o diatópico del futuro humano.
De las cenizas del 11 de septiembre está emergiendo una cultura nueva: la Transmodernidad.
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